PEA: el suplemento natural para la inflamación y el dolor crónico
En los últimos años, cada vez más personas buscan alternativas naturales para manejar el dolor y la inflamación sin depender exclusivamente de medicamentos. Una de las opciones más prometedoras es la PEA contra el dolor crónico y la inflamación, una molécula producida de manera natural por nuestro cuerpo y presente también en algunos alimentos. Diversos estudios científicos han demostrado que la PEA puede ayudar a reducir el dolor crónico, modular la inflamación y proteger el sistema nervioso, convirtiéndose en un aliado valioso para quienes sufren condiciones como dolor neuropático, fibromialgia o inflamación persistente. En este artículo descubrirás qué es la PEA, cómo actúa en el organismo, cuáles son sus beneficios y qué dice la evidencia científica sobre su uso.
¿Qué es la PEA?
La Palmitoiletanolamida (PEA) es una amida de ácido graso endógena que se ha posicionado como un prometedor agente terapéutico gracias a sus propiedades inmunomoduladoras, neuroprotectoras y analgésicas. Su relevancia clínica, especialmente en el enfoque integrativo que propone la Psiconeuroinmunología clínica (PNIc), se sustenta en su capacidad para actuar sobre los ejes neuroendocrino-inmunológicos implicados en múltiples patologías crónicas.
Beneficios principales de la PEA
La PEA (Palmitoiletanolamida) ofrece múltiples beneficios para quienes buscan aliviar el dolor y la inflamación de forma natural:
- Alivio del dolor crónico: especialmente eficaz en casos de dolor neuropático, lumbociático y molestias osteoarticulares, contribuyendo a mejorar la calidad de vida.
- Reducción de la inflamación: modula la respuesta del sistema inmunitario, ayudando a disminuir la inflamación persistente sin afectar la función normal del organismo.
- Protección del sistema nervioso: favorece la salud de las células nerviosas y ayuda a prevenir la activación excesiva de microglía y macrófagos.
- Mejora del bienestar general: al disminuir dolor e inflamación, contribuye a mayor movilidad, descanso y sensación de bienestar diario.
Mecanismos de acción
La PEA (Palmitoiletanolamida) ejerce efectos antiinflamatorios, analgésicos y neuroprotectores a través de varios mecanismos complementarios:
- Activación de receptores PPAR-α
- Regula la respuesta inflamatoria reprimiendo mediadores proinflamatorios como NF-κB, COX-2 e iNOS, reduciendo la inflamación y el dolor (Lo Verme et al., 2005; Mattace Raso et al., 2014).
- Estabilización de mastocitos
- Disminuye la liberación de histamina y otros mediadores inflamatorios, contribuyendo al alivio del dolor crónico (Aloe et al., 1993).
- Efecto “entourage” en el sistema endocannabinoide
- Potencia la acción de la anandamida y modula receptores como TRPV1 y posiblemente GPR55, influyendo en la percepción del dolor (Petrosino & Di Marzo, 2017).
- Acción pro-resolutiva sobre microglía y macrófagos
- Promueve un fenotipo antiinflamatorio, protegiendo el tejido nervioso frente al daño crónico (Paterniti et al., 2013).
Estudios y evidencia científica
La eficacia de la PEA en el dolor crónico y la inflamación ha sido ampliamente estudiada. Meta-análisis y revisiones recientes (2023–2025) muestran que puede reducir de manera significativa el dolor neuropático, osteoarticular y lumbociático, con buena tolerancia y pocos efectos secundarios (Artukoglu et al., 2017; Tramèr et al., 2021; Giorgi et al., 2022).
La mejoría suele aparecer entre 4 y 6 semanas de uso, y los beneficios pueden aumentar con tratamientos prolongados. Los efectos adversos reportados son leves y poco frecuentes, como náuseas o molestias digestivas, lo que la convierte en una opción natural segura y bien tolerada (Keppel Hesselink et al., 2016).
Cómo se toma la PEA y dosis recomendadas
La PEA es un suplemento con un excelente perfil de seguridad, incluso cuando se utiliza durante períodos prolongados. En estudios clínicos, se han administrado dosis de hasta 1,200 mg al día sin reportar efectos adversos relevantes, lo que respalda su uso como una alternativa natural bien tolerada. Un producto con 400 mg por dosis, administrado cada 8 horas, puede considerarse una formulación eficaz para casos de intensidad moderada o como parte de un enfoque escalonado en condiciones relacionadas con la inflamación y la disfunción neuroinmune.
En adultos, la PEA se administra por vía oral en dosis de 600 a 1,200 mg al día, habitualmente dividida en dos tomas de 600 mg cada 12 horas. La duración más común de los tratamientos es de 6 a 12 semanas, aunque en algunos estudios se ha prolongado su uso cuando los pacientes mostraron una buena respuesta (Petrosino et al., 2019).
Posibles efectos secundarios o contraindicaciones
- Interacciones:no se han descrito interacciones relevantes, aunque se recomienda precaución si se combina con medicamentos agonistas de PPAR-α (como los fibratos).
- Embarazo y lactancia:actualmente no existen datos suficientes sobre su seguridad; por ello, se aconseja evitar su uso salvo recomendación médica expresa.
- Alergias:revisar los excipientes de los productos comerciales para personas con alergias específicas (WebMD, 2024).
Conclusión: por qué considerar la PEA
La PEA (Palmitoiletanolamida) se presenta como un aliado natural eficaz y seguro frente al dolor crónico y la inflamación. Su acción múltiple —activando receptores PPAR-α, estabilizando mastocitos, modulando el sistema endocannabinoide y promoviendo respuestas antiinflamatorias en microglía y macrófagos— explica por qué puede ser útil en diversas condiciones, desde dolor neuropático hasta inflamación osteoarticular.
Los estudios clínicos respaldan su eficacia, mostrando reducción del dolor y mejoría en semanas de tratamiento, con un perfil de seguridad muy favorable, incluso en tratamientos prolongados. Además, su uso puede integrarse en protocolos escalonados, combinándose con otros enfoques terapéuticos bajo supervisión médica.
En resumen, la PEA no solo ayuda a aliviar síntomas, sino que también contribuye a proteger el sistema nervioso y a mejorar el bienestar general, convirtiéndose en una opción natural confiable para quienes buscan alternativas seguras y respaldadas por evidencia científica.